Si alguna vez has oído el término, seguramente te hayas preguntado qué es un riff de guitarra. Se trata de uno de los conocimientos que, tocando este instrumento, tendrás que llegar a dominar.
El motivo es que gran parte de la magia que se consigue con la guitarra depende de los riffs, una parte fundamental en algunos de los mayores éxitos musicales de la historia.
¿Qué vas a encontrar en este artículo?
¿Qué son los riffs de guitarra realmente?
Los riffs son secuencias de notas o acordes que se tocan de forma repetitiva, lo cual hace que se graben en nuestra memoria, y sean pegadizas.
Son extractos musicales, ritmos, aunque no necesariamente estribillos, sino melodías cíclicas que no te puedes sacar de ninguna de las maneras.
Son esas partes de las canciones que hacen que, de forma inmediata, te venga a la cabeza el nombre del tema y que puedas llegar incluso a tararear no solo esa parte, sino también el resto de la canción.
Los riffs tienen una gran fuerza y, al mismo tiempo, una responsabilidad enorme. Suelen estar formados por uno o dos compases y siempre tienen el papel de acompañar el desarrollo de la canción, darle personalidad y capturar el interés de quienes escuchan.
Aunque algunos de los riffs más famosos proceden de estilos como el rock y el heavy metal, se trata de un tipo de recurso que se puede utilizar con cualquier tipo de guitarra y estilo. Incluso con la guitarra española hay algunos riffs memorables que han pasado a la historia y que se pueden reconocer con mucha facilidad.
Piensa, por otro lado, que el riff se tiene que repetir en distintas ocasiones a lo largo de la canción. Por ello, resulta un tipo de pieza instrumental difícil de crear y que tiene mucha responsabilidad. Debido a ello, algunos de los mejores grupos y artistas han reutilizado los riffs creados por otros guitarristas y compositores en el pasado.
Se trata de algo que está aceptado y que es fácil apreciar e identificar si se escuchan, de golpe, distintas canciones con el mismo riff.
Está claro que ser autodidacta es una de las mejores cualidades que podría tener cualquier guitarrista.
Sin embargo, si quieres acelerar al máximo tu aprendizaje, te recomendamos ver esta lista con los mejores cursos para aprender a tocar la guitarra desde cero. Los hemos seleccionado y analizado minuciosamente para ayudarte a elegir el ideal.
¿Cómo componer un riff?
Si te gusta tocar la guitarra y, sobre todo, aspiras a llegar lejos, necesitarás tener capacidad para tocar y crear riffs. Un proceso en el que la inspiración es la clave y donde puedes sentirte atascado por momentos. Si es así, puedes echarle un ojo a nuestros cursos de guitarra y dominar los riffs en cuestión de días.
Así mismo, para que lo logres, te recomendamos tomar nota de los siguientes consejos.
Paso 1. Aprende a usar tu guitarra
Tienes que acostumbrarte al mástil, al cuerpo de tu guitarra y a las cuerdas. No puedes esperar crear un riff de éxito antes de haber dado los pasos iniciales con tu instrumento.
Por ello, te recomendamos que pienses en los riffs a largo plazo y que nunca te metas prisa para llegar a dominar este tipo de composición.
Además, algo que es muy importante es que estudies los riffs de otros grupos como de los que te hablamos en este texto. Si analizas los riffs, podrás ver mejor su estructura y eso te ayudará a escribir los tuyos propios.
Un concepto muy básico que debes conocer es que los riffs se pueden componer con una combinación de las escalas mayor y menor, así como con la pentatónica. Pero, sobre todo, lo que más te recomendamos es que aprendas y estudies los riffs de los otros artistas.
Paso 2. Haz todo tipo de prácticas
Con los riffs no hay que limitarse. Es recomendable que pruebes a componer de distintas maneras.
Hazlo con la púa, pero también puedes usar los dedos si así lo prefieres. Si ves que con un tipo de guitarra no te sale nada, no tengas miedo en cambiar de instrumento.
Si dispones de una guitarra acústica, una española o una eléctrica, cualquiera de ellas te va a poder servir como forma de conseguir el riff soñado. Piensa que, en ocasiones, es el apoyo que te da la guitarra lo que te lleva a conseguir ese riff que tienes dentro.
Tampoco te obsesiones con la forma y estructura de los riffs de los famosos. Haz distintas pruebas. Introduce rasgueos, haz acordes abiertos o cambia entre ritmos. Pero tampoco olvides que, por lo general, un riff no tiene una complejidad extrema. En realidad, si consiguen lo que consiguen es porque estos riffs famosos han encontrado el punto sencillo y pegadizo que necesitan las canciones para perdurar y ser inmortales.
Paso 3. Grábate y no pienses mucho
Ante este tipo de sesiones de inspiración e improvisación, lo mejor que puedes hacer es dejar grabando el sonido que generas y no pensar en el tiempo que está pasando ni en lo que estás tocando.
Quizá no te haga especial ilusión está idea, pero la táctica de grabarte para analizar después el resultado es algo muy recomendado en todo curso de guitarra. De esta forma, no sólo tendrás un histórico de riffs sino que además podrás ver qué puntos son mejorable y como puedes simplificar o incluso editar para dotarlos de una mayor complejidad.
Nunca se sabe qué es lo que puede pasar mientras estás tocando. Por ello, improvisa, disfruta de tu guitarra y trata de dar forma a un riff que te haga pasar a la historia. Pero sin presión.
¿Quién inventó el riff?
No hay un registro exacto de quién tuvo la idea. No obstante, el término se comenzó a utilizar en los años 20 de 1900. En aquel periodo de tiempo, se usaba riff como término dentro de las charlas que se llevaban a cabo en los círculos de músicos relacionados con el jazz y el rock.
Se puso de moda como palabra que siempre estaba presente en las conversaciones, por lo que, su uso, no tardó en extenderse.
En la base, y por lo que podría haberse empezado a usar la palabra, se encuentra una posible explicación sencilla: la formación del término como abreviatura de “figura rítmica” (en inglés, “rhythmic figure”) o como derivado de “estribillo” (en inglés “refrain”).
¿Qué importancia tuvieron los riffs de los Parker?
Volviendo la mirada atrás al pasado, se puede hablar de varios autores que hicieron historia con sus riffs.
Uno de ellos fue Charlie Parker, compositor y saxofonista de jazz que nació en 1920 y falleció en el 55 a la temprana edad de 34 años.
A lo largo de su carrera compuso la canción “Now’s the Time” (en el año 1945), la cual contó con un riff realmente pegadizo. Ese mismo riff sería aprovechado posteriormente en la canción “The Hucklebuck” de Paul Williams, la cual alcanzó uno de los mayores niveles de fama del género R&B.
Otro Parker, en este caso Bobby Parker, también dejó huella. En este caso como guitarrista, tiene en su historial uno de los riffs que más ha servido de inspiración a otros artistas. Originariamente estuvo en la canción “Watch your step” editada en el año 1961.
El tema no alcanzó un gran nivel de éxito en cuanto a ventas, quedándose en el puesto 51 de Billboard Hot 100 de su año de estreno, pero sí que tuvo repercusión entre algunos de los mayores artistas de la época.
Así, por ejemplo, los Beatles tocaron la canción en algunos de sus conciertos de ese mismo año.
Otros grupos británicos también absorbieron la canción para aprovechar el buen feeling que les transmitía a los artistas.
Esa buena impresión hizo que los Beatles utilizasen el riff como forma de presentar su canción “I Feel Fine”, lanzada en el año 1964.
También la usaron como inspiración para el tema “Day Tripper” tal y como llegó a reconocer posteriormente John Lennon. A Parker le quedó un sabor agridulce de todo ello, puesto que se sintió muy honrado por haber visto que su riff llegaba a otras canciones, pero también sintió que debería haber tenido más reconocimiento.
Ese mismo riff de Parker, fue utilizado después por Led Zeppelin en la canción “Moby Dick”. No solo eso, sino que el riff también ha acabado estando incluido en otros temas, como “Rat bat blue” de Deep Purple.
¿Qué otros riffs famosos existen?
La lista es interminable. Pero, sin duda, hay algunos que tienen una notoriedad especial. La gran mayoría de artistas de renombre tienen algún riff que merece la pena destacar.
Por ejemplo, los Rolling Stones tienen muy buenos riffs en “(I Can’t Get No) Satisfaction” y “Brown Sugar”.
Mientras que AC/DC encuentra uno de sus mejores en “Back in Black”. Con Nirvana, se puede decir que su riff más pegadizo lo tienen en “Smells Like Teen Spirit”, y The Kinks tuvo un riff excelente en “You Really Got Me”.
Antes ya hemos hablado de Deep Purple, a quien hay que sumar “Smoke on the Water” y de Led Zeppelin, en cuyo caso también destaca su trabajo en “Black Dog” y “Whole Lotta Love”. Algunos de estos riffs, si investigas, descubrirás que tienen similitud entre sí o que se encuentran inspirados en los trabajos de músicos de menor popularidad.
Algunos riffs son copias idénticas tal y como hemos mencionado antes. Tampoco nos queremos olvidar del riff de Chuck Berry en la legendaria “Johnny B.Goode”, esa canción que pone a todos a bailar en la película Regreso al Futuro.
Estos riffs que te hemos recomendado son aquellos que se ocupan de mover toda la canción y que obtienen el papel protagonista a lo largo de las mismas. Otros riffs tienen menos relevancia, pero estos son temas que funcionan debido al riff.
Formado como docente especializado en enseñanzas musicales y con más de 25 años de experiencia profesional, Timoteo ha participado en numerosos recitales, arreglos y composiciones musicales además de actuar como profesor de guitarra en varios institutos y conservatorios de música.